Si estoy cansada, ¿por qué tengo que hacer ejercicio?

Esta es una de las respuestas que recibo cuando comento que para aumentar el nivel de energía es necesario realizar actividad física regularmente. Comprendo que el primer impulso es tumbarte en el sofá pero, si tu cansancio no está generado por la realización de un intenso trabajo físico, sino que está provocado por una actividad sedentaria o por movimientos repetitivos, sobre todo si te encuentras en una situación estresante, tumbarte en el sofá es la mejor manera de que tu energía se vaya reduciendo y de que al día siguiente te levantes de nuevo cansada.

Aunque parezca una contradicción, la mejor forma de liberarnos del cansancio es a través del movimiento. Esto es aplicable también al cansancio y la fatiga generados por problemas de salud, procesos de recuperación en tratamientos de cáncer o por una enfermedad, como puede ser la fibromialgia. La práctica regular de actividad física adaptada al estado en el que se encuentre cada uno tiene un gran efecto positivo. Algunas fuentes sostienen que “el ejercicio es la píldora mágica contra la fibromialgia.”

¿Cómo explicar que cuando uno está cansado es bueno moverse? Para ello, simplemente hemos que tener en cuenta el diseño de nuestro cuerpo. Nuestro cuerpo está diseñado para el movimiento. Tenemos más de 650 músculos preparados para ser usados, si no los movemos se atrofian y generan bloqueos. Es como tener un deportivo solamente para ir a la vuelta de la esquina, pararlo después y volver a él ocho horas más tarde para realizar el mismo recorrido. Además, varios estudios concluyen que el deporte moderado libera sustancias químicas en el cerebro, como las endorfinas y la serotonina, que nos hacen sentir anímicamente bien, aportando un incremento de energía, levantando nuestro ánimo, disipando así nuestro cansancio y ayudándonos a conciliar mejor el sueño.

¿Cuánta actividad física es necesaria? Por lo general, de 20 a 30 minutos caminando a buen ritmo al día supone un buen ejemplo de actividad moderada recomendada, aunque es aconsejable incluir trabajos de estiramiento y flexibilidad por lo menos una vez a la semana para ayudar así al cuerpo a desbloquear y aumentar el rango de movimiento. Mis alumnas, con la sesión semanal que realizamos, cubren perfectamente esta necesidad, a la vez que adquieren una mejor postura y ganan energía que reduce su cansancio.

Hoy te traigo unos movimientos que te llevarán cinco minutos y que te ayudarán a sustituir los costosos abdominales. Las alumnas de mi membresía me comentan que desde que los trabajan no han vuelto a hacer uno y que suelen visitar a menudo este video en la biblioteca de la plataforma.

En el siguiente video, trabajaremos para flexibilizar y relajar la espalda, activando la zona abdominal. Estos ejercicios servirán como una pequeña muestra de lo fácil que puede resultar el realizar un poco de movimiento.

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